¿Qué tipo de piel tengo y por qué debo saberlo?

Seguro que todas queremos presumir de una piel reluciente y un cutis perfecto, ¿verdad? Para ello, es indispensable, antes de iniciar cualquier rutina, conocer cuál es nuestro tipo de piel. Y es que, amigas, no cualquier crema cuida a todas las pieles por igual.

Para mantener tu rostro cuidado no hay que empezar la casa por el tejado. Antes de hacerte con una lista de cremas, sérums o mascarillas hay otro paso previo: conocer tu tipo de piel. Esta información te va a ayudar a cuidarla mejor, con los productos específicos que mejor cubran sus necesidades.

Si tienes la piel más seca o más grasa depende, en gran parte, de tu genética; aunque el clima, el estrés y otros factores externos también pueden variar la tipología de tu dermis. Además, ya no cambia solo el tipo sino el estado de la piel que puede ir modificándose durante los años. Por ejemplo, cualquier tipo de piel acabará notando los signos del envejecimiento, pero lo manifestará de maneras distintas. Eso sí, las arrugas nos llegarán a todas.

1. Si sueles tener pocas imperfecciones y tu piel no suele irritarse, seguramente tendrás una piel normal; es decir, ni muy seca ni muy grasa. Se trata de una piel resistente y que se adapta a todas las situaciones, además acepta la mayoría de tratamientos cosméticos. No obstante, es importante protegerla y mimarla al máximo garantizando su hidratación de igual manera.
2. Si notas una constante sensación grasa, quizás tu piel sea eso, piel grasa y produce exceso de sebo. Es algo más difícil de cuidar y presenta más imperfecciones, pero con buenos tratamientos específicos podrás, por ejemplo, mantener bajo control a los terribles granitos. Eso sí, te aconsejamos no volverte loca y no limpiar en exceso la piel. No es nada bueno. La piel grasa necesita purificarse, matificarse e hidratarse. Con que la limpies dos veces al día es más que suficiente.
3. Si esa sensación de grasa únicamente la notas en la zona T (frente, nariz y barbilla), pero crees que el resto de tu cara no tiene mucha complicación, quizás tengas una piel mixta. Pueden aparecerte puntos negros en la nariz o frente, pero notarás las mejillas algo más secas. Es súper importante que la piel mixta esté equilibrada e hidratada, por lo que es bueno utilizar productos que balanceen tu piel del rostro.
4. Si se te descama la piel y la nota algo apagada, es probable que tengas la piel seca. La sentirás áspera y tersa, porque produce menos sebo que una piel normal. Pero no confundas una piel seca con la piel deshidratada. La primera necesita lípidos mientras que una piel deshidratada necesita agua.

El mejor consejo que te podemos dar es que siempre uses productos para el cuidado de la piel en base, precisamente, a cómo es tu piel. Es decir, debes asegurarte que los tratamientos que escojas se adapten a tu tipo de piel y afronten su estado actual. En Filorga contamos con diferentes gamas de tratamientos para las diversas necesidades que pueda reclamar tu piel. Éstas son algunas de ellas:

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